Un mapa de altitudes absolutas se caracteriza por estar dividido entre la altitud máxima y la mínima que se encuentre en el terreno. Dentro del margen de altitud que queda entre ambos puntos se hace una división en zonas de homogeneidad en función de las características que tenga el terreno y de sus usos. A cada tramo homogéneo que se va dividiendo se le aplica un tono o una forma distinta (variables retinianas), para ir marcando las diferencias que hay en el terreno dependiendo de la altitud.
EJEMPLO DE MAPA DE ALTITUDES ABSOLUTAS
La división que se haga del terreno irá en función de su altitud y de las características del tramo en cuestión. Se debe procurar que cada mapa esté dividido al menos en tres "escalones" de altitud y, además de estructurar el terreno, hay que explicar el porqué de la elección de un tramo homogéneo para así sacar las conclusiones posibles (esta parte se plasmará en la memoria).
Normalmente en las zonas más elevadas hay más pendientes y en las zonas más bajas menos, pero eso no siempre es así. En Sierra Nevada, por ejemplo, a las cumbres se les llama lomas, precisamente por tener menos pendiente de lo que es habitual en esas altitudes. El que una zona tenga más o menos pendiente condicionará el tipo de terreno y el uso que se haga de él.
En definitiva, el objetivo de este mapa es "simplificar" el relieve y dejar claro cuáles son las zonas de homogeneidad de nuestro 28x28, es decir, esquematizar y estructurar el territorio para así obtener una visión general que nos pueda facilitar la extracción de conclusiones. Por supuesto, no todos los fenómenos están condicionados por la altitud, pero con este mapa lo que se pretende precisamente es estudiar la influencia que tiene ésta sobre el terreno.